martes, 15 de mayo de 2012

Escocia y William Wallace

Esta entrada está dedicada a los exóticos de la Orilla del Azarbe y Santomera


Antes de empezar a tirar por tierra todas las ideas preconcebidas que todos tenemos de William Wallace, gracias a la película Braveheart, me gustaría hacer una recomendación.

A todos aquellos a los que tengáis pensado viajar próximamente a una de las 14 ciudades europeas en las que actualmente se realizan los tours gratis de Sandeman’s, no os lo penséis dos veces e intentad uníos a uno. Sin lugar a dudas uno de los mayores aciertos que tuvimos cuando visitamos Edimburgo. En las 4 horas que duró el tour creo que aprendí más de la historia de Edimburgo, Escocia y Reino Unido que en toda mi vida, pero ni por un momento penséis que fue aburrido, todo lo contrario. Totalmente recomendable.

Son varios los monumentos que se pueden encontrar dispersados por Escocia que rinden homenaje a William Wallace: en Edimburgo, en Aberdeen, en Bemersyde, en su lugar de nacimiento en Elderslie (Dato curioso número 1: el pueblo de Elderslie está a menos de 15 km de mi casa, aquí en Glasgow) … pero ninguno tan espectacular como el Monumento Nacional William Wallace en StirlingMonumento a Wallace. Una torre de 70 metros de altura situada en la cima de un monte a las afueras de Stirling, mirando cara a cara al famoso de castillo de dicha ciudad. Se dice que desde esta posición el mismísimo William Wallace observaba a las tropas inglesas acercarse antes de la batalla de Stirling, su mayor victoria frente a los invasores del Sur.

Y es que William Wallace es un héroe nacional en Escocia, pero ni mucho menos el más importante o el que más cariño despierta entre la gente. Y quizás la culpa la tenga un poco Mel Gibson. Con su visión tan hollywoodiense y alejada de la realidad que realizó de la vida de este personaje levantó los recelos de los escoceses y sobre todo el trato que hace en la película de una de las mayores figuras para el nacionalismo escocés: Robert the Bruce (en la película interpretado por Angus McFadyen) presentado como un traidor hacia William Wallace por aliarse con los ingleses, algo que es totalmente falso.

Y no es solo ese “pequeño” detalle, la primera y más gorda… ¡ahí va! en realidad Braveheart no fue William Wallace, sino Robert the Bruce. Al morir éste su deseo era que su corazón embalsamado reposara en Tierra Santa, varios cruzados partieron hacia Jerusalén con su valioso tesoro dentro de una urna de plata, al llegar a España participaron por petición del rey Alfonso XI en la batalla de Teba (Málaga) contra los musulmanes. Parece ser que los escoceses, liderados por sir James Douglas, no se entendieron muy bien con los españoles en las tácticas de la batalla y se vieron rodeados por el enemigo, en ese momento sir James lanzó la urna con el corazón contra sus enemigos gritando: “Ahora muéstranos el camino, ya que venciste, y yo te seguiré o moriré”. Tras la captura por parte de los musulmanes de la reliquia la devolvieron a los cristianos y estos la enviaron de vuelta a Escocia. De ahí lo de Braveheart (Corazón valiente). Los cristianos ganaron la batalla de Teba. Dato curioso número 2: En Teba hay un monumento a sir James Douglas.
Vista de Stirling Luego vienen los errores temporales y de ambientación: los escoceses jamás lucharon con kilt (el traje típico escocés). El kilt es un traje de labranza, de trabajar la tierra no de guerrear. Para que os hagáis una idea, es como si los murcianos fuésemos a la guerra con zaragüeles y esparteñas. Todo idea de Mel Gibson para darle más carga emotiva. Otro más, en la película parece que la muerte de William Wallace y el rey de Inglaterra Eduardo I (apodado “Longshanks”, zanquilargo) es casi simultanea y en realidad el rey murió 2 años más tarde. El romance entre William Wallace y la princesa Isabel fue materialmente imposible,¡ella llegó a Inglaterra 3 años después de que él muriera! Pero quedó muy bien en la película.

Y muchos más: la esposa de Wallace no se llamaba Murron sino Marian, y no murió como aparece en la película, sino que fue asesinada como represalia hacia Wallace, ya que él ya había comenzado a hostigar a los ingleses. Es más, lo que causó realmente el inicio de la campaña de William fue la venganza por el asesinato de su padre durante una incursión inglesa. Y no era campesino, sino un terrateniente. Y el emotivo discurso de Mel Gibson antes de la batalla de Stirling está inspirado en Enrique V de William Shakespeare.
Por cierto, al final del motivador discurso Gibson pronuncia la frase en gaélico: “Alba go bragh!”, en castellano “Escocia por siempre”… y éste si que fue realmente el grito de guerra de William Wallace. Ciertamente la validez de la película a nivel histórico deja mucho que desear, pero en fin, es eso, una película.



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