Una nevada fuera de lo común

Muchos de vosotros habréis visto en las noticias de hoy que una nevada azotó la costa Este de los Estados Unidos durante la jornada de ayer. Cierto, las noticias no mienten. Hacía como 150 años que no se registraban unas nevadas así a estas alturas del año y la verdad es que aunque llevaban varios días avisando de que podía ocurrir creo que nadie se esperaba que fuera para tanto. En un país que se supone que está preparado para afrontar cualquier adversidad 2 millones de hogares se quedaron sin electricidad y fallecieron 3 personas.
En esta parte de Nueva Jersey estuvo todo el sábado lloviendo, mezclando periodos de agua con agua-nieve y nieve, y la temperatura no subió de los 3ºC en ningún momento, llegando a mínimas de 0º al caer la noche. No se llegó a acumular mucha nieve, sólo se llego a ver un leve manto blanco en el cesped y sobre los árboles. Pero podéis encontrar imágenes totalmente invernales de otras zonas aquí.
De momento se queda en un aviso de lo que puede ser el crudo invierno, porque después de la tormenta llegó la calma y hoy ha amanecido un día claro y soleado, eso sí, se nota que han cambiado las temperaturas: 8ºC a las 3 de la tarde.

No sólo de Bud vive USA

Continuando con mi exploración de esta ciudad el pasado fin de semana me invitaron a visitar una de las varias empresas que se dedican a fabricar cerveza en Philadelphia. Sólo en el núcleo urbano de la ciudad hay cinco, sin contar todas las que hay en las ciudades de alrededor. Todas ellas de carácter muy artesanal y que únicamente abastecen al mercado local. En un principio pensaba que iba a ser como una visita a un museo, donde aprendería cómo se elabora la cerveza y poco más... pero al final resultó ser una cata de cerveza de lo más completa.

Joe Coffee Porter. Cerveza con sabor a
café y chocolate

En pleno centro de la ciudad se levanta la fábrica de la Philadelphia Brewing Company con más de 100 años de historia, estuvo durante mucho tiempo cerrada y desde 2001 nuevos gerentes retomaron la actividad. La entrada es gratuita todos los días, pero los sábados hasta el mediodía puedes hacer una degustación de todas las variedades de cerveza que fabrican y además incluye un tour... ¡y todo ello gratis!, cosa que es poco habitual por aquí y que siempre es de agradecer.
Lo mejor de todo es que no se conforman con fabricar una cerveza al uso y otra sin alcohol. Aquí, en concreto, se elaboran cinco variedades totalmente diferentes durante todo el año, más otras seis según la estación. Probé una cerveza con aromas a café y chocolate (estaba realmente buena) pero además hay otras con esencia de vainilla, de calabaza (aquí la calabaza tiene mil y un usos, les chifla) y, por supuesto, de malta y cebada. Cuando mi contador alcohólico llegaba a seis me planté, además ya era hora de cerrar. Una pena, aquí todo cierra tan pronto.
Una visita totalmente recomendable para pasar un día disfrutando de la cerveza. Eso si, absténganse abstemios y personas a las que no les guste el zumo de cebada, que alguna hay por ahí.

Tarde de lluvia, cine y palomitas

El pasado miércoles fui por primera vez, desde que estoy aquí, al cine. Hizo el típico día de lluvia, plomazo y gris. Uno de esos días en los que te apetece estar en casa tapado con una manta, un buen montón de palomitas y una buena película. Como todavía no hace tanto frío como para ponerse una manta por encima y la tele americana deja mucho que desear, pero eso ya lo contaré otro día, me decidí a probar suerte en el cine.
Si tengo que hacer una valoración en general de lo que fue la experiencia le tendría que dar un suspenso. La película estuvo bien, pero lo que es el cine en sí dejaba mucho que desear.
Para empezar, las entradas carísimas: 11 dólares el pase de adulto, unos 8 euros, y esto es lo mínimo que te puede llegar a costar porque las películas en 3D cuestan 15 dólares, unos 11€. No te digo nada de palomitas, refrescos, etc. eso si, las dosis a tamaño hiper-gigante, como todo en este país.
Pero lo peor, sin lugar a dudas, las butacas. ¡Incomodísimas! A mitad de la película mi trasero se empezaba a resentir, nada que ver con los cómodos asientos de El Tiro. Y lo de los reposacabezas en los asientos, aquí no se lleva. No penséis que estaba en un cine de mala muerte, que era súper nuevo y de la cadena de cines United Artists.

Cartel de la película Moneyball

En fin, como he dicho antes la película estuvo bien. Se trataba de Moneyball protagonizada por Brad Pitt y Jonah Hill. Esta cinta no se estrenará en España hasta comienzos del próximo Febrero. En EE.UU. ha levantado gran expectación y la crítica la considera candidata a varios Oscars. Película muy del gusto americano que cuenta la historia real del director general de un equipo de béisbol, que con uno de los presupuestos más pequeños del país tiene que luchar por hacer un equipo competitivo capaz de enfrentarse a los mejores. El guionista es el mismo que La Red Social, y se nota. Me gustó, cierto que algunas palabras y expresiones del argot del mundo del béisbol se me escapaban a mis conocimientos del inglés pero, en general, la historia es muy entretenida y las 2 horas de película no se te hacen excesivas, pese a que los asientos sean una herramienta de tortura medieval. Muy recomendable.

Un gigante durmiendo frente a mi ventana

La primera vez que pasé por la tienda de IKEA Philadelphia, que precisamente fue mi primer día aquí, lo que más me impactó fue el gigantesco barco que había amarrado en el río Delaware justamente frente a la tienda, directamente delante de mi ventana en la oficina. Investigando un poco por internet, intrigado por el porqué de su estancia en ese preciso lugar, me enteré de un montón de curiosidades. 

Se trata del SS United States un transatlántico que durante 17 años transportó a gente a uno y a otro lado del Atlántico, personajes como John Wayne o Cary Grant fueron sus pasajeros. Este barco posee la Banda Azul (galardón que premia a la embarcación de pasajeros más rápida en cruzar el Atlántico) desde 1952 y ¡todavía la mantiene! Y ahí está, frente a mi ventana, ni más ni menos que desde 1996 descansando y degradándose poco a poco. 

Hay rumores en la ciudad de que quieren construir a su alrededor una especie de centro comercial, siendo este gigante (para que os hagáis una idea es 30 metros más largo que el Titanic) la mayor atracción y lo convertirían en un casino o algo así. Pero de momento no hay ningún plan en firme de devolverlo a la vida. Si os he despertado el interés y la nostalgia por otra época podéis encontrar más información y fotos en Wikipedia con la búsqueda: SS United States, o pinchando aquí (enlace en inglés).

Vista desde mi ventana en IKEA del SS United States

Así me presento

Con este cartel me dieron la bienvenida a mi
llegada a la tienda

No se me ocurre mejor manera de ir reflejando las vivencias y experiencias de mi estancia en Philadelphia que crear un blog. Facebook se me quedaba corto. No tenía suficientes opciones de personalización y es difícil el comunicarse de una forma extensa a través de él. Por eso me he puesto en marcha e intentaré actualizar con toda la frecuencia que me sea posible, siempre y cuando tenga algo interesante que contar y compartir.

Por supuesto que cualquier sugerencia para una entrada será bien recibida, así como cualquier crítica siempre y cuando sea constructiva claro.

Nada más... ¡nos ponemos en marcha!

Día de turismo por Philadelphia

Independence Hall

Dos semanas después de mi llegada hoy me he puesto la gorra de turista, me he colgado la cámara de fotos y he salido cual guiri cualquiera a la caza de los monumentos más típicos de esta ciudad aprovechando que hacía un día espectacular de sol, y uno nunca sabe cuanto más va a durar la buena climatología aquí.



Cola para entrar a ver la Liberty Bell



No ha sido suficiente tiempo y sólo he podido visitar de manera muy rápida el centro histórico, no he llegado a hacer ninguna cola y tampoco he entrado al interior de ninguno. Digamos que ha sido una toma de contacto, una forma de tomar el pulso a Philadelphia. Por supuesto que está es la primera de la que espero que sean muchas visitas.

La primera parada ha sido todo el complejo del Independence Mall, que comprende varios edificios y monumentos en el barrio antiguo de la ciudad u Old City, entre ellos se encuentran el Independence Hall, lugar donde se firmó la Declaración de Independencia de los EEUU y la Liberty Bell (campana que convocó a los habitantes de Philadelphia a la lectura de la Declaración de la Independencia en uno de sus toques más famosos). La cola para entrar a verla era realmente larga así, es lo que pasa cuando sales a hacer de turista en Domingo. Tengo que volver para verla de cerca... aunque sólo es una campana. Por lo menos la entrada es gratuita. Cosa rara en este ciudad, donde te cobran 5 dólares cada media hora de parking.

Portal de una de las casas de Elfreth's Alley
con la típica calabaza de Halloween

Elfreth's Alley

También se encuentra en las inmediaciones del complejo la casa de Betsy Ross (la mujer a la que se atribuye el diseño de la primera bandera Norteamericana) y la popular calle Elfreth's Alley, que es la calle más antigua de los Estados Unidos, claro que para un país tan joven todo lo que sea de más de 100 años ya es una reliquia. A día de hoy siguen habitadas (alguna persona se podía ver por las ventanas).

Siempre hay que hacer negocio en este país.
Ni idea de lo que costaba un paseo en calesa.

No he podido llegar a la parte del Museo de Arte porque se encuentra bastante retirado de la Old City y los pies ya empezaban a resentirse para pegarme una caminata. Por cierto que ese el museo cuya entrada principal es la escalera que aparecía en la famosa escena de la película Rocky. Esa visita también se me queda pendiente para otra ocasión.

También aquí se están sumando a la ola de protestas que ahora mismo se dan alrededor del mundo. Pero aquí no se relaciona ninguna de estas protestas con el 15-M, modestos los americanos. Según ellos, este movimiento se originó aquí, más concretamente en Nueva York hace unas semanas. 

Manifestantes en el City Hall

La cuestión es que habrá como unos 200 manifestantes (siempre según estimaciones mías, no pregunté ni a policía ni a prensa) acampado en la puerta principal del City Hall, el ayuntamiento vamos. Me he dado una vuelta por allí y había un ambiente muy festivo. Gente tocando los timbales, charlas, coloquios, un muro donde dejar reflejados tus pensamientos (me han invitado a escribir algo pero me parecía poco ético escribir "Un azarbeño estuvo aquí" o algo por el estilo así que no he escrito nada).

Dato curioso: aquí en vez de palomas en los parques y jardines hay ARDILLAS, está plagado de ellas. Sin ir más lejos en el jardín que tengo detrás de casa todos los días me encuentro con alguna cuando salgo al parking. Por lo menos son más graciosas y no creo que contagien tantas enfermedades como las ratas del aire.

Como resumen y balance del día: Philadelphia es una ciudad que merece la pena visitar, en un día bien aprovechado te puedes recorrer todos los puntos de interés de la ciudad. Aunque el mayor atractivo, sin lugar a dudas, es para los autóctonos. Esta ciudad alberga casi todos los lugares más representativos de la historia de este país en 4 manzanas de terreno.