Viaje a Rhode Island y Boston

Parte II: Boston

El sábado 19 de noviembre fue el día elegido para hacer la visita a Boston. Capital del estado de Massachusetts y una de las ciudades con más historia del país (en disputa con Philadelphia), posee un grandioso centro financiero que forma el espectacular skyline de la ciudad. Es una de las ciudades con el costo de vida más alto de los Estados Unidos y uno de los niveles de vida más alto en el mundo.
Tras una hora en tren desde Providence llegamos a la estación Sur de Boston. Día frío elegimos para ir, por lo que las paradas de avituallamiento para echarnos algo al estómago fueron numerosas, y no es de extrañar que nuestra primera parada allí fuera un Starbucks. Primer moka con crema de la jornada.
Tras explorar los alrededores del puerto de Boston, empezó a llamar el hambre. La elección para comer no pudo haber sido mejor. En pleno centro de la ciudad se encuentra el Faneuil Hall Marketplace, un antiguo complejo de edificios con casi 300 años de existencia que antaño desempeñaban el papel de mercado de abastos de la ciudad. Hoy en día se ha transformado en un lugar donde poder comer, comprar souvenirs, tomar una cerveza o simplemente pasear. Un lugar con mucho encanto y que atrae tanto las visitas de los turistas como de los bostonianos.
Con energías renovadas comenzamos la caminata hacia el MIT. El MIT o Instituto Tecnológico de Massachusetts (Massachusetts Institute of Technology) es la escuela de ingeniería más reconocida de Estados Unidos y está considerada por su nivel académico como la mejor del mundo, cuenta hoy en día entre su profesorado con 77 premios Nobel (ahí es ná), en este enlace podéis ver sus nombres: http://web.mit.edu/ir/pop/awards/nobel.html
El grueso de edificios de la universidad se encuentran en Cambridge, a unos pocos kilómetros al oeste del centro financiero de Boston. Lo que más me llamó la atención fue el edificio Ray and Maria Stata Center, diseñado por Frank Gehry (el mismo que el del Guggenheim de Bilbao).
Tras coger el metro nos dirigimos a la Universidad de Harvard, que también se encuentra en Cambridge. Sin lugar a dudas, uno de los centros educativos más famosos y con más prestigio del mundo, considerada la mejor universidad del mundo y de la que pocas cosas nuevas se pueden decir. Infinidad de películas y series la nombran y forma parte de nuestra cultura colectiva.
Os recomiendo ver la película “La red social”, basada en la vida de Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, que fue estudiante aquí. El chasco nos lo llevamos al comprobar que había una protesta en esos momentos en la universidad y por ese motivo no nos dejaron entrar a la parte más histórica de la universidad (y también donde van los turistas a tomarse fotos). Tras dar un paseo por los alrededores regresamos a Boston en metro, la noche se nos echaba encima.
De vuelta a la ciudad visitamos el bar que servió para inspiración a la serie televisiva Cheers. Originalmente el nombre real del bar era Bull & Finch Pub. Tras el éxito cosechado por la serie (a pesar de que fue cancelada antes de finalizar la primera temporada por baja audiencia, aunque posteriormente se decidió continuar con su emisión) el bar cobró fama mundial y cambió su nombre por el

Intro de la serie de televisión “Cheers”, la buena, la americana.

de Cheers Beacon Hill en 2002.
El interior no se parece en nada al de la serie (ya que esté era un plató de televisión en Los Angeles) pero tiene un encanto especial y en sus paredes están colgadas infinidad de fotografías con los personajes de la serie dentro de este bar. Como curiosidad, la emisión del último episodio de la serie, en 1993, fue vista por todos los protagonistas dentro de este bar.
Sin lugar a dudas, lo más espectacular de la visita fue el cóctel de granada que me tomé en el restaurante Top of the Hub, en la planta 52 del Prudential Tower a 228 metros de altura, en segundo edificio más alto de Boston y el 26º de los Estados Unidos. Los 13 dólares merecieron la pena no sólo por el cóctel (qué estaba muy bueno) sino también por las increíbles vistas de Boston
 al anochecer. El punto y final a un día genial. Boston me dejó un muy buen sabor de boca y con muchas ganas de volver a pasear por su puerto y sus históricas calles. Las 7 horas de autobús desde Philadelphia merecen totalmente la pena para una escapada de fin de semana.
El resto de las fotos de Boston en mi perfil de Facebook, acceso directo pinchando aquí.